INGREDIENTES
150 g de chocolate para postres 25 g de cacao puro (4 cucharadas)
375 ml de leche (1 y ½ de taza)
300 ml de nata o crema de leche o crema para batir (1 y 1/4 de taza)
45 g de azúcar (1/4 de taza)
75 g de leche condensada (1/3 de taza)
15 g de gelatina (1 cucharada)
60 ml de agua (4 cucharadas)
ELABORACIÓN
Hidratar la gelatina en el agua, remover hasta que quede bien disuelta.
Picar el chocolate con un cuchillo en trocitos pequeños y delgados, colocar el cacao en polvo en un bol y añadir el agua caliente en cucharadas y remover hasta que se disuelva.
En una olla se calienta la leche a fuego medio.
Se incorpora la nata o crema de leche, el azúcar y la leche condensada, y calentar sin dejar que hierva. Cuando esté caliente, se le añade la mezcla de cacao y agua que tenemos aparte. Se remueve e incorpora el chocolate sólido, remover hasta disolver siempre a fuego bajo. Agregar la gelatina disuelta e hidratada y dejar que se disuelva por completo en el calor. Se retira del fuego y se cuela toda la mezcla para que quede sin grumos, dejar enfriar. Se coloca el bol sobre una olla con cubos de hielo y agua fría, remover 5 minutos hasta enfriar. Verter la mezcla en un molde alargado forrado con papel parafinado para evitar que se pegue al molde, llevar a la nevera toda la noche, con envoplast por encima para que no se reseque por la parte superior. Al momento de servir voltear en una bandeja, desmoldar con mucho cuidado y espolvorear cacao en polvo a través de un colador por todo el mousse. Para servir en porciones calentar el cuchillo con un poco de agua caliente y secar para que el corte salga perfecto.