INGREDIENTES
2 paquetes grandes de espinacas.
1 lata de crema de leche, o un envase de 250 gr de crema de leche para untar (tipo Santa María), o un envase de 250 gr. de queso crema
500 gr. de queso ricota (probar antes de agregar a la preparación, para poder corregir la cantidad de sal que se agrega al final)
3 huevo grandes
Un tallo de ajoporro
2 tallos de cebollín
2 dientes de ajo bien triturados
3 cucharadas de mantequilla o margarina
Media taza de albahaca cortada finamente.
250 gr. de queso amarillo tipo cheddar
Sal y pimienta al gusto
ELABORACIÓN
Poner las hojas de espinacas previamente lavadas en una sartén con dos cucharadas de agua y una de margarina a fuego muy lento hasta que estén cocidas. Colarlas para extraer toda el agua y reservar.
En una olla colocar 2 cucharadas de mantequilla/margarina y saltear ajoporro, cebollín, albahaca juntas, luego agregar el ajo (se agrega al final porque el ajo se quema muy rápido y queremos que se mantenga el sabor suave).
En la licuadora colocar la ricota desmoronada, los huevos, la crema de leche o el queso crema, las espinacas escurridas, el salteado de margarina, sal y pimienta. Licuar poco a poco, revisando que la mezcla se integre bien.
Colocar en un molde refractario con tapa (tipo pyrex) o de silicona y cubrir con papel de aluminio. Llevar al horno en baño de María por 2 horas a 350 grados. Dejar enfriar completamente y llevar a la nevera en el mismo molde por 6 horas (mínimo).
Antes de servir, fundir el queso Cheddar con mucho cuidado y antes de desmoldar la terrina, bañar con hilos del queso. Sirve como entrada con pan tostado o como acompañante.